Mil Máscaras revela a sus 82 años a las cinco personas que más odia

A sus 82 años, el legendario luchador mexicano Mil Máscaras, ícono indiscutible de la lucha libre mundial, ha sorprendido a fanáticos y medios al conceder una entrevista en la que, sin rodeos, mencionó los nombres de cinco personas a las que “jamás podría perdonar”.

Conocido por su hermetismo fuera del ring, el hombre detrás de la máscara ha mantenido durante décadas una imagen de disciplina y profesionalismo. Por eso, sus declaraciones han sacudido al mundo deportivo y del entretenimiento, pues no solo habló de rivales del cuadrilátero, sino también de figuras de otros ámbitos que marcaron su vida para mal.


Un ícono que rara vez habla de su vida personal

Mil Máscaras, cuyo verdadero nombre es Aarón Rodríguez Arellano, debutó en la década de los sesenta y rápidamente se convirtió en uno de los luchadores más famosos de México, exportando su imagen a Estados Unidos, Japón y Europa. Durante su carrera, evitó entrar en polémicas personales, prefiriendo que su trabajo hablara por él.

Sin embargo, en una conversación exclusiva para un medio especializado, decidió romper ese silencio. “A esta edad ya no tengo nada que perder y sí mucho que decir”, comenzó.


La primera revelación

El primer nombre que mencionó fue el de un antiguo promotor que, según él, lo traicionó en una de las giras más importantes de su carrera. “Prometió un contrato justo y terminó llevándose la mitad de mi pago. No fue solo el dinero, fue la deslealtad lo que nunca pude perdonar”, dijo con firmeza.


Viejos rivales del ring

El segundo y el tercer nombre pertenecen a dos luchadores con los que compartió cartelera en la época dorada de la lucha libre. Según Mil Máscaras, ambos intentaron sabotearlo durante combates claves para su proyección internacional. “No solo buscaban lastimarme físicamente, también querían destruir mi reputación. La lucha es un espectáculo, pero hay quienes cruzan la línea”, afirmó.


La traición fuera del deporte

El cuarto nombre sorprendió a todos, pues no es un luchador ni alguien del mundo deportivo. Se trata de un empresario del cine que lo convenció de participar en una producción prometedora, pero que, según Mil Máscaras, fue solo una excusa para usar su imagen y luego dejarlo fuera del reparto principal. “Nunca me había sentido tan usado”, comentó.


La herida más personal

El quinto y último nombre es el que más carga emocional tiene. Se trata de una persona cercana, a la que consideró un amigo durante décadas. Sin entrar en demasiados detalles, el luchador dijo que esa persona “traicionó su confianza de una manera que no tiene vuelta atrás”.
“Esa herida no se cura ni con el tiempo ni con disculpas”, expresó.


Reacciones y polémica

Las declaraciones no tardaron en generar debate. Algunos compañeros y rivales históricos salieron a dar su versión, mientras que otros prefirieron mantenerse al margen. En redes sociales, los fans se dividieron: unos aplauden la franqueza del ídolo, mientras que otros creen que debió mantener en privado esos resentimientos.

Un periodista especializado en lucha libre opinó:
“Que Mil Máscaras diga esto a sus 82 años es histórico. Es como si abriera un libro que todos queríamos leer, pero que él siempre mantuvo cerrado”.


¿Por qué ahora?

Cuando se le preguntó por qué decidió hablar en este momento, Mil Máscaras fue claro:
“Quiero que se sepa mi verdad. No para iniciar una guerra, sino para dejar claro que, incluso detrás de la máscara, hay un hombre que ha sufrido traiciones como cualquiera”.


Un legado que trasciende las polémicas

A pesar de las duras palabras, el luchador también se tomó un momento para agradecer a las personas que sí lo apoyaron y respetaron durante su carrera. “No todo ha sido amargura. He tenido grandes amigos, compañeros leales y fans que me han acompañado siempre. Pero estas cinco personas marcaron el lado más oscuro de mi historia”.


La máscara como símbolo

Para Mil Máscaras, la máscara que siempre lo distinguió es más que un accesorio de lucha libre; es una barrera protectora y un símbolo de identidad. “La máscara no solo cubre el rostro, también guarda secretos, emociones y heridas. Hoy, por primera vez, la levanto un poco para que vean lo que hay detrás”.


A sus 82 años, Mil Máscaras demuestra que la franqueza también es parte del legado de un ídolo. Sus palabras no solo han reavivado viejas rivalidades, sino que han mostrado el lado humano de un hombre que, más allá del mito, ha vivido victorias, derrotas y traiciones inolvidables.