La presentadora Clara Navarro revela que el rodaje de un documental sobre un caso sin resolver la dejó sin dormir durante semanas. Afirma que lo que vio y escuchó la sacudió “hasta la médula”, y que las revelaciones finales cambiarán para siempre la forma en que el público ve la historia.

Clara Navarro, reconocida presentadora y figura de la televisión española, ha confesado públicamente que “no puede dormir por las noches” tras su participación en un documental de investigación sobre la desaparición de una niña hace más de una década.

El proyecto, que se estrenará el próximo mes en una conocida plataforma de streaming, examina cada detalle del caso, desde los archivos policiales hasta testimonios nunca antes vistos.

Un proyecto que parecía rutinario

Cuando Clara aceptó colaborar como narradora y entrevistadora principal, pensó que se trataría de un trabajo más: revisar documentos, entrevistar a expertos y guiar al espectador por la cronología de los hechos. Sin embargo, pronto descubrió que este caso era distinto.

—He trabajado en historias duras antes, pero nunca en una que me afectara tanto a nivel personal —admitió en una entrevista reciente.

Lo que vio detrás de las cámaras

Navarro reveló que, durante la grabación, tuvo acceso a material inédito: grabaciones de vigilancia, diarios personales y entrevistas confidenciales con testigos clave.

—Había imágenes y testimonios que nunca salieron a la luz. Algunos de ellos me dejaron helada. Es imposible no llevarte eso a casa —explicó.

Según Clara, una de las entrevistas más duras fue con un investigador privado que había seguido pistas ignoradas por la investigación oficial.
—Lo que me contó esa persona todavía me persigue. Son detalles que nunca olvidaré.

Las noches sin dormir

Desde entonces, Clara confiesa que se despierta varias veces por la noche pensando en la niña desaparecida y en las preguntas que siguen sin respuesta.

—Te das cuenta de que, aunque hayan pasado años, hay familias que siguen viviendo con la herida abierta. Y tú, al meterte en su historia, cargas con parte de ese dolor.

Un equipo marcado por el rodaje

No solo Clara se vio afectada. Miembros del equipo de producción también reconocieron que el rodaje fue emocionalmente agotador. Uno de los camarógrafos relató que, en varias ocasiones, tuvieron que detener la grabación porque los entrevistados rompían en llanto.

El director del documental comentó:

“Queríamos contar la historia con respeto, pero sin suavizar la realidad. Eso tiene un coste emocional para todos los que participamos.”

Expectativa por el estreno

La campaña de promoción del documental ha sido intensa, con avances que muestran escenas de Clara entrevistando a testigos clave y explorando lugares vinculados al caso.

En uno de los clips promocionales, se la ve leyendo un informe y llevándose la mano a la boca, visiblemente impactada.
—En ese momento, estaba escuchando algo que nunca había oído antes —confesó.

El impacto esperado en la audiencia

Clara cree que el documental no solo relatará un caso policial, sino que también invitará al público a reflexionar sobre cómo se manejan las desapariciones y qué se puede hacer para evitar que otras familias vivan el mismo infierno.

—Espero que la gente que lo vea sienta lo que sentimos nosotros: la urgencia de buscar respuestas y de no dar nunca un caso por cerrado.

¿Un antes y un después para Clara Navarro?

La presentadora afirma que esta experiencia ha cambiado su forma de ver el periodismo de investigación y su propia carrera.

—Siempre pensé que podía desconectar al terminar una grabación, pero esta vez no pude. Creo que nunca lo haré.

Conclusión

El documental, cuyo título aún se mantiene en secreto para mantener el suspenso, promete ser uno de los estrenos más comentados del año. Mientras tanto, Clara Navarro sigue lidiando con las secuelas emocionales de haber mirado de cerca una historia que hiela la sangre.

Para ella, ya no es solo un proyecto profesional: es una experiencia que la acompañará siempre.
—Cuando apagas las luces del estudio y te quedas sola en casa, las imágenes vuelven. Y entiendes que, a veces, la verdad pesa más que el silencio.