Pati Chapoy rompe el silencio a los 75 años y confirma lo que todos intuían

Durante más de cuatro décadas, Pati Chapoy ha sido una de las figuras más influyentes y polémicas de la televisión mexicana. Como conductora y productora del icónico programa Ventaneando, su estilo incisivo, su capacidad para obtener exclusivas y su habilidad para manejar la controversia la convirtieron en una referencia obligada en el mundo del espectáculo.

Sin embargo, a sus 75 años, Chapoy ha sorprendido a propios y extraños al hacer una confesión que, en sus propias palabras, “era hora de decir en voz alta”, y que, según ella, “muchos ya sospechaban, pero nadie había escuchado de mi boca”.


Una entrevista sin filtros

La revelación tuvo lugar en una entrevista especial con motivo de su trayectoria. El formato era distinto: sin guion estricto, sin cortes abruptos y con una Pati más relajada de lo habitual. Tras repasar momentos clave de su carrera, la conductora fue cuestionada sobre el precio personal que había pagado por el éxito.

—He pagado muchos precios —respondió—. Pero hay algo que siempre se me ha cuestionado y que nunca confirmé ni negué… hasta ahora.

Hubo un breve silencio antes de añadir:
—Sí, es verdad.


Lo que “todos sospechaban”

Aunque no dio detalles inmediatos, Chapoy explicó que su papel como figura de la televisión no siempre se limitó a informar: en algunas ocasiones, tuvo que intervenir directamente en negociaciones, reconciliaciones y rupturas de artistas para proteger al programa y a la cadena.

—Me han acusado de manipular situaciones y, aunque no siempre fue así, no puedo negar que hubo momentos en que tomé decisiones estratégicas… incluso si eso significaba cambiar el rumbo de una historia para beneficio del show —confesó.


El lado más humano

La conductora aclaró que esas decisiones no siempre fueron frías o calculadoras:
—No todo lo hice por rating. Muchas veces actué porque veía que un artista iba directo a un precipicio y nadie más se atrevía a decirle la verdad.

Reconoció que esto le ganó enemistades duraderas. “Hay quienes nunca me perdonaron una llamada o una advertencia”, dijo, “pero prefiero cargar con eso que con la culpa de no haber hecho nada”.


Su círculo más cercano ya lo sabía

Chapoy reveló que su familia y amigos íntimos siempre conocieron esta faceta suya y que, aunque no siempre estaban de acuerdo con sus métodos, entendían su sentido de responsabilidad.

—Lo que ustedes llaman chisme, para mí siempre fue información… y la información, bien manejada, puede salvar carreras o destruirlas —afirmó.


Reacciones inmediatas

La confesión generó un aluvión de comentarios en redes sociales. Algunos la elogiaron por su franqueza y por confirmar lo que “todo el medio sabía”. Otros, sin embargo, la criticaron por reconocer prácticas que, para ellos, rozan la manipulación mediática.

Los titulares en portales de espectáculos no tardaron en aparecer: “Pati Chapoy admite que intervino en historias del espectáculo” y “La verdad detrás de Ventaneando, según su creadora”.


Un legado complejo

Durante la entrevista, Chapoy no rehuyó las críticas y reconoció que su estilo no es para todos.
—Yo no vine a caerle bien a todo el mundo —sentenció—. Vine a contar lo que otros callan, y para eso a veces hay que ensuciarse las manos.

También aseguró que, si pudiera volver atrás, no cambiaría la mayoría de sus decisiones. “Tal vez modificaría las formas, pero no el fondo”, añadió.


Lo que viene

Cuando se le preguntó sobre su futuro, Chapoy dejó claro que no planea retirarse pronto, pero sí quiere dedicar más tiempo a entrenar a nuevas generaciones de periodistas de espectáculos.

—Quiero que aprendan que detrás de cada nota hay una persona, y que la información es poder… pero un poder que debe usarse con responsabilidad —dijo.


El momento más personal

En uno de los pasajes más emotivos de la entrevista, Chapoy habló de cómo la presión de su trabajo afectó su vida personal.
—Hubo cumpleaños y aniversarios que me perdí por una exclusiva. Hay amistades que se rompieron porque no pude separar mi rol de periodista de mi rol de amiga.

Sin embargo, concluyó que cada sacrificio formó parte del camino que la llevó a ser quien es hoy.
—Soy el resultado de mis decisiones, buenas y malas —aseguró—. Y ahora puedo decirlo sin miedo.


Reflexión final

A sus 75 años, Pati Chapoy ha dejado claro que no se arrepiente de haber sido una figura polémica. Su confesión no solo confirma lo que muchos ya creían, sino que también muestra a una mujer consciente de sus luces y sombras.

En un mundo donde la verdad suele maquillarse, Chapoy eligió decirla sin adornos: directa, firme y en sus propios términos. Y, como siempre, ha conseguido que todos hablen de ella.