“María Félix y Dolores del Río: ¿Rivalidad o mito? La verdad detrás de su relación en el cine de oro mexicano”

El cine de oro mexicano es recordado por su exuberancia, su lujo y la creación de una era dorada de estrellas que brillaron en los escenarios nacionales e internacionales. Entre estas figuras emblemáticas, dos nombres destacan por su belleza, talento y carisma: María Félix y Dolores del Río. Ambas fueron leyendas de la cinematografía mexicana, pero, a pesar de sus éxitos, sus relaciones personales y profesionales estuvieron marcadas por tensiones y rivalidades que han sido objeto de especulación durante décadas.

En este artículo, exploramos la relación entre María Félix y Dolores del Río, dos de las figuras más importantes del cine mexicano, y tratamos de desentrañar si realmente existió una rivalidad tan feroz como se ha dicho o si, por el contrario, fue solo un mito construido por la prensa y las expectativas del público.

El auge de dos estrellas

María Félix y Dolores del Río no solo fueron dos de las mujeres más bellas de su tiempo, sino que también se destacaron por su gran talento actoral, que las llevó a ser iconos del cine mexicano y de la cinematografía internacional. Dolores del Río, nacida en 1904, comenzó su carrera en Hollywood durante los años 20 y 30, convirtiéndose en una de las primeras actrices mexicanas en alcanzar renombre en el cine estadounidense. Su elegancia y sofisticación la convirtieron en una de las grandes divas de la época, tanto en México como en el extranjero.

Por otro lado, María Félix, nacida en 1914, llegó a la pantalla grande en la década de 1940, cuando el cine mexicano experimentaba su apogeo. Conocida por su carácter fuerte, su presencia arrolladora y su belleza exótica, “La Doña” —como la apodaron— se convirtió en un símbolo de poder y feminidad, y rápidamente se convirtió en la gran estrella de la época, rivalizando con las grandes figuras internacionales de la época.

La rivalidad construida por la prensa

Si bien ambas mujeres brillaron con luz propia en el cine mexicano, la prensa sensacionalista de la época no tardó en crear un relato de rivalidad entre ellas. A menudo, los medios exageraban cualquier pequeña disputa o desacuerdo para alimentar la idea de que estas dos divas no se soportaban. Es importante recordar que en una industria tan competitiva como la del cine, especialmente en el cine de oro mexicano, las figuras como María Félix y Dolores del Río a menudo eran presentadas como competidoras por el título de la “gran estrella”.

El público mexicano, amante de los chismes y las historias de drama, alimentó esta narrativa, construyendo un mito que perdura hasta el día de hoy. Sin embargo, muchas veces lo que se veía como una rivalidad no era más que una cuestión de diferencias profesionales o personales naturales, propias de cualquier ambiente de trabajo competitivo.

La actitud de María Félix

María Félix fue conocida por su temperamento fuerte y por su postura de no dejar que nadie la opacara. Conocida por su egocentrismo, “La Doña” nunca tuvo miedo de mostrar su personalidad ante los demás. Era conocida por sus opiniones directas y su falta de filtro cuando se trataba de expresar lo que pensaba. A menudo, se decía que su actitud de diva y su carácter imponente la ponían en conflicto con otras actrices de la época.

En varias entrevistas, María Félix se refirió a Dolores del Río con cierto desdén, y se ha especulado que no veía con buenos ojos la popularidad de su compañera, especialmente porque Dolores del Río ya era una figura establecida cuando María comenzó su carrera. Sin embargo, es importante señalar que las palabras de Félix no siempre deben tomarse como un signo de odio o celos, sino como parte de su carácter fuerte y su forma de enfrentarse al mundo.

En ocasiones, María Félix mencionó que la prensa había exagerado las diferencias entre ella y Dolores del Río, y que realmente no había habido ningún conflicto personal grave entre ambas. La rivalidad se alimentaba más de las expectativas que el público tenía sobre sus carreras que de una animosidad real entre ellas.

La actitud de Dolores del Río

Dolores del Río, por su parte, siempre se mostró mucho más reservada en cuanto a sus opiniones sobre otras actrices. Era conocida por su elegancia, su compostura y por ser una mujer de gran clase tanto dentro como fuera de los escenarios. A lo largo de su carrera, Dolores del Río pasó de ser una estrella en Hollywood a ser considerada una figura fundamental del cine mexicano. En los años 40, cuando María Félix empezó a sobresalir, Dolores ya llevaba años consolidada como una gran diva del cine.

Es posible que la rivalidad que los medios y el público percibieron fuera más un resultado de la diferencia de enfoques profesionales y de personalidad que un enfrentamiento directo entre las dos. Dolores del Río, al contrario de Félix, no era conocida por sus declaraciones provocadoras o por estar en el centro del escándalo. Su enfoque era mucho más calmado y discreto.

Aunque Dolores nunca habló abiertamente de María Félix en términos negativos, su actitud ante los comentarios de la prensa sobre la rivalidad entre ellas fue siempre de desdén. Para Dolores, era evidente que la comparación era innecesaria. Ambos representaban dos estilos diferentes de la mujer mexicana en el cine: la sofisticada y elegante Dolores, y la imponente y orgullosa María.

La relación real entre ellas

A pesar de las historias que circulaban sobre su enemistad, parece que la relación entre María Félix y Dolores del Río no fue tan conflictiva como se ha retratado. Existen testimonios que indican que ambas actrices, aunque no eran amigas cercanas, se respetaban mutuamente como profesionales. Algunos biógrafos y personas cercanas a ambas coinciden en que, más que una rivalidad, lo que existía entre ellas era una cierta distancia y un respeto por sus respectivos talentos.

No hay pruebas concretas de que existiera una animosidad profunda entre las dos actrices, aunque sí se puede decir que cada una tenía su propia forma de ver el mundo y de llevar su carrera. Como ocurre con muchas grandes figuras del cine, la competencia era inevitable, pero no necesariamente se traducía en odio personal.

La influencia perdurable de ambas

A pesar de las tensiones que pudieron haber existido en sus carreras, tanto María Félix como Dolores del Río son dos de las figuras más importantes en la historia del cine mexicano. Cada una dejó su huella indeleble en la industria, representando a través de sus papeles dos arquetipos de la mujer mexicana: la que lucha por su poder, como lo hizo María Félix, y la que encarna la sofisticación y la elegancia, como Dolores del Río.

Hoy en día, ambas actrices siguen siendo admiradas por su talento, su impacto en la cultura popular y su contribución al cine de oro mexicano. Aunque la idea de una feroz rivalidad entre ellas sigue siendo parte del mito del cine mexicano, la realidad es que tanto María Félix como Dolores del Río fueron figuras incomparables que marcaron generaciones de espectadores.

Al final, la supuesta rivalidad entre estas dos grandes divas del cine mexicano parece haber sido más un invento de la prensa que una verdadera enemistad. Como suele ocurrir en el mundo del espectáculo, las comparaciones y las historias de competencia entre estrellas siempre han sido más populares que los relatos de respeto y colaboración. Sin embargo, el legado de ambas sigue vivo, y la historia las recordará siempre como dos de las figuras más grandes de la historia del cine en México.