Hijo de Don Ramón revela secretos inéditos a 37 años de su muerte

Han pasado 37 años desde que Ramón Valdés, el inolvidable Don Ramón de El Chavo del 8, dejó este mundo. Sin embargo, su figura sigue tan viva como en los días en que arrancaba carcajadas con un simple gesto, un sombrero viejo y una frase inolvidable: “¡Con permisito, dijo Monchito!”.

Hoy, su hijo, Miguel Valdés, decidió abrir el baúl de los recuerdos y compartir nuevas anécdotas jamás contadas, que formarán parte de un esperado documental sobre la vida de este ícono de la comedia latinoamericana.

El anuncio ha causado un revuelo entre los fans. Después de décadas, todos creían conocer cada detalle sobre Don Ramón, pero según Miguel, “apenas hemos contado la mitad de la historia”.

—Mi papá no solo era el hombre que veíamos en la televisión. Tenía una vida llena de aventuras, de luchas y de gestos que demostraban su inmenso corazón —dijo Miguel en una entrevista exclusiva.

Entre las historias que se incluirán en el documental, hay algunas que sorprenderán incluso a los seguidores más fieles. Una de ellas relata cómo Ramón Valdés, en la cúspide de su fama, rechazó contratos millonarios simplemente porque no quería dejar de trabajar con sus amigos del elenco original.

—Él siempre decía que la amistad estaba por encima del dinero. Y lo cumplía —cuenta Miguel—. Le ofrecieron irse a otro programa con un sueldo que triplicaba el que tenía, pero no aceptó porque no quería abandonar a Roberto Gómez Bolaños y a sus compañeros.

Otra revelación que traerá nostalgia y emoción es la forma en que Don Ramón trataba a sus fans. Miguel recuerda que, incluso en los días en que la salud ya le pasaba factura, su padre nunca negaba una foto o un autógrafo.

—Una vez estaba muy cansado, con fiebre, pero vio a un grupo de niños esperándolo afuera del foro. Me miró y me dijo: “Miguel, esto es parte de mi vida. No puedo decepcionarlos”. Salió, firmó autógrafos, bromeó con ellos y volvió con una sonrisa.

El documental también mostrará imágenes inéditas de Ramón Valdés en su vida cotidiana: paseando por mercados populares, jugando dominó con amigos en una esquina y compartiendo café en pequeñas fondas de barrio.

Miguel asegura que su padre era exactamente igual fuera de cámaras:

—No había diferencia entre el Don Ramón del programa y el Don Ramón real. Era un hombre sencillo, con un humor increíble y una nobleza que conquistaba a cualquiera.

Uno de los capítulos más emotivos estará dedicado a su infancia y juventud, etapas de las que poco se ha hablado. Ramón creció en una familia humilde y desde muy joven trabajó en oficios de todo tipo: vendedor, ayudante de mecánico, cargador en mercados. Esa experiencia, según Miguel, le dio la empatía que transmitía en pantalla.

—Él sabía lo que era esforzarse para llevar pan a la mesa, y por eso su personaje era tan creíble. No lo estaba actuando, lo estaba viviendo otra vez.

La parte más conmovedora llegará con los recuerdos de sus últimos años. A pesar de los problemas de salud, Ramón Valdés nunca perdió su sentido del humor. Incluso en el hospital, bromeaba con enfermeras y médicos, quitándole peso a la gravedad de su estado.

—Me decía: “Miguel, si me voy, que sea riéndome”. Y así fue.

El documental incluirá testimonios de compañeros de trabajo, familiares y amigos cercanos. Florinda Meza, Édgar Vivar y María Antonieta de las Nieves aportarán recuerdos entrañables y algunas historias que pocos conocen, como las travesuras detrás de cámaras y las improvisaciones que se convirtieron en escenas legendarias.

Pero quizá lo más esperado por los fans sea la inclusión de fragmentos nunca antes vistos de grabaciones y entrevistas personales que Ramón Valdés guardaba en cintas caseras.

—Encontramos material que estaba guardado en una caja desde hace más de 30 años. Hay escenas en las que canta, toca la guitarra y cuenta chistes que jamás se transmitieron. Es como viajar en el tiempo y tenerlo de vuelta por unos minutos —explica Miguel con emoción.

Más allá de la risa y la nostalgia, el documental también mostrará el lado más humano de Don Ramón: su amor por la familia, su lucha constante para mantenerse fiel a sí mismo y su negativa a dejarse absorber por la fama.

—Mi papá siempre decía que la televisión era un trabajo, no una corona. Por eso nunca se comportó como estrella, aunque para todos lo fuera —afirma Miguel.

El estreno del documental se espera para finales de este año y promete ser un homenaje a la altura de su legado. Las primeras imágenes difundidas ya han arrancado lágrimas a miles de fanáticos que crecieron viéndolo en El Chavo del 8.

En redes sociales, el anuncio se convirtió en tendencia bajo el hashtag #DonRamónVive. Muchos usuarios compartieron anécdotas personales, fotos antiguas y frases icónicas del personaje. Otros agradecieron a Miguel por mantener viva la memoria de su padre.

—No quiero que lo recuerden solo como un personaje. Quiero que lo vean como el hombre maravilloso que fue en todos los aspectos de su vida —concluye Miguel.

A 37 años de su partida, Don Ramón sigue presente en el corazón de millones. Y gracias a este documental, nuevas generaciones conocerán no solo al vecino más querido de la vecindad, sino al ser humano que, con su sencillez y bondad, dejó una huella imborrable en la historia de la televisión.

Porque, como diría él mismo con su picardía inconfundible: “No hay trabajo malo, lo malo es tener que trabajar”.