“Durante décadas, nadie entendió por qué una escena clave de Fiebre en la Ciudad desapareció misteriosamente de todas las versiones oficiales. Ahora, revelaciones inéditas sacan a la luz el verdadero motivo por el que fue eliminada: una secuencia tan polémica, inesperada y cargada de simbolismo que estuvo a punto de cambiar para siempre la historia del cine musical”

Cuando se estrenó la película “Fiebre en la Ciudad” en 1978, nadie imaginó que se convertiría en uno de los pilares del cine musical moderno. La cinta, ambientada en la era disco, mezclaba baile, drama urbano y un mensaje generacional que conectó con millones de espectadores.

Su protagonista, Tony Marzani, un joven apasionado por el baile y atrapado en un barrio lleno de expectativas frustradas, se convirtió en un ícono cultural. La música, los colores y la energía del filme marcaron para siempre a quienes la vieron.

Pero, aunque la película fue un éxito rotundo, siempre existió un rumor persistente:
una escena eliminada justo antes del estreno mundial.

Una escena que, según técnicos del estudio, “habría cambiado por completo la percepción del protagonista”.

Una escena que, por décadas, el público creyó perdida.

Y ahora, 45 años después, su existencia —y el motivo de su eliminación— por fin sale a la luz.

EL MISTERIO QUE PERSISTIÓ DÉCADAS

A lo largo de los años, fanáticos y estudiosos del cine notaron algo extraño en el montaje final de Fiebre en la Ciudad. Había un corte abrupto entre dos escenas clave: la salida de Tony de la discoteca Aurora’s Night y el amanecer siguiente, donde el personaje aparece caminando solo por un puente.

Ese salto narrativo alimentó teorías:

¿Había existido una secuencia original más larga?

¿Se trataba de una escena descartada por problemas técnicos?

¿O había algo que el estudio decidió ocultar?

Los rumores crecieron con los años.
Pero ningún miembro del equipo hablaba del tema.
Todos respondían lo mismo:

“No podemos comentar sobre esa escena.”

Esa respuesta uniforme intrigó aún más al público.

LA APARICIÓN DEL ARCHIVO PROHIBIDO

En 2023, un antiguo editor del estudio, Ricardo Montalbán, concedió una entrevista para un documental sobre el cine disco. En ella, casi de manera accidental, mencionó:

—“Durante el montaje hubo una escena… digamos… demasiado adelantada para su tiempo.”

El entrevistador lo presionó.
Ricardo dudó.
Pero finalmente admitió:

—“Fue eliminada no por polémica moral… sino por miedo artístico.”

Aquella frase se volvió viral.

¿Qué podía significar “miedo artístico”?

Tras semanas de insistencia mediática, el estudio decidió abrir parte de sus archivos históricos.

Y allí estaba.

La secuencia perdida.

LA ESCENA PROHIBIDA: “EL BAILE DEL ESPEJO”

El metraje recuperado mostraba una escena titulada en el guion como “El Baile del Espejo”.

En ella, Tony Marzani entraba solo al piso superior de la discoteca, una zona poco iluminada donde había una enorme pared de espejos. El DJ bajaba el volumen, las luces estroboscópicas desaparecían y, por primera vez en la película, el protagonista quedaba completamente aislado.

La música cambiaba drásticamente.
De ritmos frenéticos y luminosos…
a una melodía lenta, casi introspectiva, con tonos electrónicos experimentales.

Tony comenzaba a bailar frente a su propio reflejo.

Pero no se trataba de una coreografía vistosa o sensual.
Era un baile extraño, tenso, emocional.

Un enfrentamiento entre él y su imagen.

La cámara giraba alrededor, marcando la desconexión del personaje con su identidad nocturna, su soledad interior y su conflicto entre el deseo de libertad y la presión social del barrio.

Mientras bailaba, Tony hablaba en susurros:

—“¿Quién soy realmente? ¿El que baila aquí… o el que sobrevive allá afuera?”

La escena duraba casi seis minutos.
Intensa.
Hipnótica.
Profunda.

Demasiado profunda, según los ejecutivos de la época.

¿POR QUÉ LA ELIMINARON?

No fue censura moral.
No fue contenido sensible.
No fue censura política.

Fue miedo.

El director de la película, Arnold DeVitto, explicó años después:

—“La escena era brillante, pero oscura. Compleja. Muy psicológica. Temíamos que rompiera el ritmo y que el público no la entendiera. En 1978, no estábamos listos para eso.”

Los productores estaban convencidos de que aquella secuencia introspectiva podía “ablandar” el impacto comercial del filme, que buscaba ser un éxito ligero, musical y accesible.

En palabras del productor asociado:

—“Era demasiado artística para una película de baile.”

Así que, a pocas semanas del estreno, la escena fue retirada.

Nadie habló de ella nuevamente.

Hasta ahora.

LA OPINIÓN DE LOS FANÁTICOS Y EXPERTOS

Tras hacerse pública, críticos de cine contemporáneo comenzaron a analizarla minuciosamente.

La conclusión general fue unánime:

✨ La escena era adelantada a su tiempo.
✨ Profundizaba la psicología del protagonista.
✨ Convertía la película en una obra más madura y compleja.
✨ Mostraba la soledad detrás del glamour del baile nocturno.

Muchos argumentaron que, de haberse incluido, Fiebre en la Ciudad habría sido vista como una película más profunda, más arriesgada, más autoral.

Otros señalaron que la decisión de eliminarla permitió que la cinta se volviera lo que fue: un fenómeno popular.

Pero todos coincidieron en algo:

“El Baile del Espejo” es una pieza cinematográfica fascinante.

LAS PALABRAS DEL PROTAGONISTA ORIGINAL

El actor que interpretó a Tony, Marco DeLorenzo, hoy de 76 años, también comentó sobre la escena perdida:

—“Para mí fue la mejor actuación de toda la película. Me dolió que la quitaran, pero entendí que querían un filme más comercial. Aun así, esa escena era… mi alma.”

Contó que durante el rodaje se encontraba pasando un momento de profundo cuestionamiento personal, y que la secuencia se filmó en una sola toma.

—“Lo que se ve ahí no es Tony. Soy yo.”

¿SE REINSERTARÁ EN UNA VERSIÓN EXTENDIDA?

El estudio no descarta lanzar una edición especial con la escena integrada.

Los fans la exigen.
Los críticos la aclaman.
Y DeLorenzo está dispuesto a colaborar.

La decisión final se dará a conocer este año.

Todo apunta a que la película podría renacer, ahora sí, con la complejidad que el director soñó originalmente.

CONCLUSIÓN: LA ESCENA QUE DEFINIÓ UNA ERA

La historia de “El Baile del Espejo” revela algo más que un simple corte de edición:

🌟 Habla del miedo de una industria a arriesgarse.
🌟 De un artista enfrentando su propio reflejo.
🌟 De una película que pudo haber sido distinta, más íntima, más psicológica.
🌟 De una obra que el tiempo ha rescatado y revalorizado.

Y, sobre todo, nos recuerda que incluso en las películas más luminosas…

existen sombras que esperan pacientemente a ser descubiertas.