“A sus 77 años, Estela Núñez, la voz dorada de la música romántica mexicana, rompe el silencio y revela por primera vez los nombres de cinco personas a las que —según confiesa entre lágrimas y serenidad— jamás podrá perdonar. En una entrevista íntima, la legendaria intérprete de ‘Una lágrima’ y ‘Volveré’ destapa secretos, traiciones y heridas del pasado que marcaron su vida y su carrera, sorprendiendo a todos con declaraciones tan humanas como estremecedoras.”

Durante más de seis décadas, Estela Núñez ha sido una de las voces más queridas de la música mexicana.
Dueña de una elegancia inconfundible y de un talento que traspasó generaciones, su carrera ha estado marcada por el éxito, pero también por el silencio.
Un silencio que hoy, a sus 77 años, ha decidido romper.

En una entrevista exclusiva, la intérprete de “Una lágrima”, “Volveré” y “Perdóname mi vida” habló sin filtros sobre los momentos más difíciles de su existencia, revelando lo que durante años guardó en lo más profundo de su corazón: las cinco personas a las que nunca podrá perdonar.

“He aprendido a perdonar muchas cosas… pero hay heridas que no se cierran ni con el tiempo ni con la música.”

La voz que conquistó corazones y pagó el precio del éxito

Estela Núñez inició su carrera siendo apenas una adolescente.
Con una voz que conmovía y una presencia escénica que imponía respeto, pronto se ganó el cariño del público y el reconocimiento de los más grandes.
Sin embargo, el camino hacia la fama no fue fácil.

“La gente ve el brillo del escenario, pero no las lágrimas que se derraman detrás del telón.”

Durante la entrevista, la cantante habló con una mezcla de nostalgia y orgullo.

“He sido afortunada, sí. Pero también he sufrido mucho. No todo en mi vida fue aplauso.”

Fue entonces cuando, con voz firme, comenzó a relatar las historias detrás de los nombres que marcaron su vida con dolor.

1. El productor que la traicionó

El primer nombre pertenece a un hombre que, según Estela, fue clave en su carrera… y también su primera gran decepción.

“Era alguien en quien confiaba plenamente. Creí que era mi aliado, mi amigo. Pero me traicionó de la manera más cruel.”

La cantante relató cómo aquel productor se aprovechó de su confianza para firmar contratos que no beneficiaban su carrera.

“Durante años trabajé pensando que estaba avanzando, cuando en realidad me estaban robando.”

Aunque no mencionó su nombre, la artista reconoció que esa experiencia cambió su manera de ver el mundo artístico.

“Después de eso, aprendí a leer cada palabra, a desconfiar de las promesas fáciles. Pero el daño ya estaba hecho.”

A pesar del tiempo, asegura que nunca pudo perdonarlo.

“No por el dinero… sino porque me quitó la inocencia con la que empecé mi carrera.”

2. La amiga que la traicionó por fama

El segundo nombre pertenece a alguien del corazón, una amistad que, según Estela, le dolió más que cualquier otra.

“Éramos inseparables. Compartíamos confidencias, sueños, hasta ropa. Pero un día me dio la espalda por un contrato, por cinco minutos de fama.”

La cantante recordó con tristeza cómo aquella persona utilizó su confianza para perjudicarla profesionalmente.

“Filtró cosas personales mías para quedar bien con otros. Fue una puñalada que nunca esperé.”

Con el paso del tiempo, dice haber entendido que en el mundo del espectáculo, la envidia es una sombra constante.

“No la odio, pero tampoco puedo perdonarla. Hay traiciones que te dejan cicatrices invisibles.”

3. El amor que le rompió el alma

Cuando habló del tercer nombre, su voz se volvió más suave.

“No puedo negar que amé con el alma… y que ese amor me rompió por dentro.”

Estela confesó que tuvo una relación que marcó su vida de una forma dolorosa.

“Le entregué todo, y me quedé sin nada. Me prometió amor eterno, pero se fue sin mirar atrás.”

Aun así, reconoce que ese amor también inspiró algunas de sus canciones más sentidas.

“De ese dolor nacieron mis mejores interpretaciones. Cada vez que canto, él vuelve a mi mente, pero ya no con lágrimas… sino con aprendizaje.”

Sin embargo, asegura que nunca podrá perdonarlo completamente.

“No por lo que me hizo, sino por lo que me hizo perder: la confianza en el amor.”

4. La figura que la silenció

El cuarto nombre pertenece a una figura poderosa del medio, alguien que, según la cantante, intentó destruir su carrera por motivos personales.

“Fue un hombre influyente. No soportó que yo dijera ‘no’. Y decidió cerrarme puertas.”

Estela contó cómo, durante años, fue víctima de un boicot silencioso.

“Hubo conciertos cancelados, proyectos que nunca se concretaron. Todo porque me negué a jugar a su manera.”

Pero con el tiempo, asegura que ese obstáculo la hizo más fuerte.

“Me juré que jamás dejaría que nadie me apagara la voz. Y aquí sigo, cantando.”

Aun así, su tono cambió cuando le preguntaron si lo perdonaría.

“No. Porque sabía el daño que hacía y lo hizo igual. No hay perdón para quien destruye por ego.”

5. Ella misma

El último nombre sorprendió a todos.
Estela guardó silencio unos segundos antes de decirlo:

“La quinta persona que no he podido perdonar… soy yo.”

Con una sonrisa triste, explicó que, a lo largo de su vida, ha sido su peor crítica.

“Me he exigido tanto, que a veces olvidé disfrutar lo que logré. He sido dura conmigo misma por los errores que cometí, por los silencios que guardé.”

Reconoció que parte de su sanación ha sido aprender a perdonarse.

“Perdonar a los demás es fácil comparado con perdonarte a ti misma. Pero lo estoy intentando. Cada día un poco más.”

El peso del tiempo y la sabiduría

A lo largo de la entrevista, Estela Núñez demostró que la madurez no borra las heridas, pero sí las transforma.

“Con los años aprendes a ver las cosas con otra luz. Ya no hay rencor, solo memoria.”

Dijo que, aunque nunca olvida lo que vivió, hoy elige quedarse con lo bueno.

“He llorado mucho, pero también he reído más. Y eso es lo que cuenta.”

La intérprete confesó que su mayor consuelo siempre fue la música.

“Cuando canto, siento que el dolor se convierte en arte. Es mi manera de liberar lo que llevo dentro.”

Una vida entre canciones y cicatrices

Estela Núñez es consciente de que su voz forma parte de la historia musical de México, pero también de que detrás de esa voz hubo sacrificio, esfuerzo y soledad.

“No me arrepiento de nada. Cada paso, cada caída, me enseñó algo.”

Recordó con emoción los años en los que recorrió escenarios, grabó discos y compartió su arte con el público.

“La gente me dio tanto amor que no tengo palabras para agradecerlo. Ellos fueron mi fuerza cuando me faltaban fuerzas.”

El perdón como lección

Aunque su entrevista se centró en los nombres que no ha podido perdonar, Estela dejó claro que no vive con rencor.

“No odio a nadie. Simplemente aprendí a poner distancia de lo que me lastima.”

Con la serenidad que solo dan los años, compartió una última reflexión:

“El perdón no siempre significa reconciliación. A veces solo significa aceptar que el pasado no puede cambiarse.”

Aseguró que hoy vive en paz, rodeada de familia, música y recuerdos.

“Lo que me queda de vida quiero dedicarlo a cantar, a vivir, a disfrutar cada amanecer.”

Epílogo: la voz que sigue viva

A sus 77 años, Estela Núñez sigue siendo un referente de elegancia y autenticidad.
Su voz continúa emocionando, y su historia, inspirando.

“He amado, he perdido, he perdonado… y también he aprendido a no perdonar cuando el corazón lo pide.”

Antes de despedirse, dejó una frase que resume su filosofía actual:

“El tiempo cura muchas cosas, pero no todas. Y eso está bien. Porque algunas heridas te recuerdan que estuviste viva.”

Así, entre luces y sombras, entre canciones y silencios, Estela Núñez demuestra que el verdadero arte no solo está en cantar con el alma, sino también en hablar con el corazón, incluso cuando las palabras duelen.

Y a sus 77 años, la leyenda sigue enseñándonos que el perdón —y su ausencia— también son formas de seguir adelante.