“Años después del escándalo que marcó su carrera, Sergio Goyri habla con el corazón: confiesa el impacto que tuvo en su vida su comentario sobre Yalitza Aparicio y cómo logró transformar la vergüenza en aprendizaje. Su confesión más sincera, entre lágrimas y arrepentimiento, revela el lado humano del actor que cayó… y volvió a levantarse.”

Fuerte, directo, apasionado y muchas veces polémico, Sergio Goyri ha sido uno de los rostros más reconocidos del cine y la televisión mexicana.
Pero en 2019, un comentario desafortunado sobre Yalitza Aparicio, la actriz oaxaqueña nominada al Óscar por Roma, lo colocó en el centro de una tormenta mediática que casi destruyó su carrera.

Hoy, a sus 65 años, el actor rompe el silencio y habla por primera vez con total honestidad sobre el episodio que lo marcó, el dolor que vivió en silencio y el largo camino que recorrió para reconciliarse consigo mismo.

“Ese día no solo perdí el respeto del público, también me perdí a mí mismo.”


I. El comentario que cambió su vida

Todo comenzó cuando se filtró un video en redes sociales en el que Goyri, sin saber que estaba siendo grabado, se refirió con palabras despectivas a Yalitza Aparicio y a su nominación al Óscar.
Las imágenes circularon con una velocidad implacable. En cuestión de horas, las críticas inundaron las redes.

“Fue un error, uno muy grande,” reconoce hoy el actor. “Dije algo sin pensar, desde un prejuicio que ni siquiera sabía que tenía. Y me dolió ver el daño que causé.”

En ese momento, el actor quedó prácticamente cancelado.
Empresas rompieron contratos, colegas lo criticaron públicamente y muchos fans le dieron la espalda.

“Pasé de ser el villano en la pantalla… al villano de la vida real. Fue devastador.”


II. El silencio y el aislamiento

Después del escándalo, Sergio Goyri desapareció de los medios.

“Me quedé solo. No quise justificarme. Sabía que tenía que guardar silencio y reflexionar. El ruido que yo mismo provoqué me enseñó el valor del silencio.”

Durante ese tiempo, se dedicó a su familia, a trabajar en su rancho y a alejarse del foco público.
Pero confiesa que el aislamiento fue más duro de lo que imaginaba.

“No dormía. Sentía una vergüenza tremenda. Me preguntaba cómo había podido ser tan torpe. No por haberme grabado, sino por haber pensado así.”

Goyri asegura que el episodio lo obligó a replantear su forma de ver el mundo.

“Crecí en una época donde se decían cosas sin pensar. Pero eso no es excusa. Me tocó aprender a ser mejor ser humano… tarde, pero a tiempo.”


III. La reacción de Yalitza Aparicio

En su momento, Yalitza Aparicio no respondió con enojo ni ataques.
Al ser cuestionada sobre el comentario, simplemente dijo:

“Todos estamos aprendiendo. No todos crecimos con las mismas oportunidades ni las mismas ideas.”

Esa respuesta, asegura Goyri, lo dejó sin palabras.

“Su dignidad me dio una lección más grande que cualquier castigo. Mientras yo me hundía en la culpa, ella me dio una lección de grandeza.”


IV. La confesión más sincera

En su reciente entrevista, el actor se mostró vulnerable, muy lejos del carácter fuerte y rudo con el que el público lo asocia.
Por momentos, se le quebró la voz.

“Lloré mucho. No por lástima, sino por vergüenza. No hay forma de justificar lo que hice, pero sí hay forma de aprender. Me equivoqué, y lo admito.”

Goyri confesó que el escándalo fue un golpe que lo transformó profundamente.

“Ese error me obligó a conocerme. Me di cuenta de que tenía que romper con muchos prejuicios, con ideas que ya no tienen cabida en este mundo. Aprendí a callar, a escuchar, a mirar distinto.”

El actor aseguró que incluso se ha acercado a colectivos culturales y proyectos de inclusión en el cine mexicano.

“Entendí que el arte no tiene color, ni apellido, ni origen. Lo que importa es el talento, la historia que se cuenta y el corazón con que se hace.”


V. La familia, su refugio

Durante los años más difíciles, su esposa Lupita Arreola fue su pilar.

“Ella me sostuvo cuando no tenía fuerzas. Me dijo: ‘Caíste, pero puedes levantarte si aprendes de verdad’.”

También sus hijos le hicieron ver la importancia de pedir perdón de corazón.

“Mi hijo me dijo: ‘Papá, el verdadero perdón no se dice, se demuestra’. Y eso me cambió.”

Goyri asegura que el proceso de sanar fue largo, pero necesario.

“Tardé años en volver a mirarme al espejo sin sentir vergüenza. Pero hoy sé que ese golpe me hizo mejor ser humano.”


VI. La segunda oportunidad

Con humildad, el actor admite que su regreso al público no ha sido fácil, pero está enfocado en trabajar desde otro lugar, con otra mentalidad.

“No quiero que me recuerden por mi error, sino por lo que hice después de él.”

Hoy participa en producciones más pequeñas, con historias que —según él— reflejan valores como el respeto y la empatía.

“No busco fama, busco coherencia. Quiero ser ejemplo de que se puede cambiar si uno acepta sus sombras.”


VII. Epílogo: la lección de un error

A casi cinco años del escándalo, Sergio Goyri reconoce que aquella experiencia fue su más duro maestro.

“El público me castigó con razón. Pero también me dio la oportunidad de redimirme. Hoy entiendo que el respeto no se exige: se gana todos los días.”

Sobre Yalitza Aparicio, concluye con sinceridad:

“Le deseo lo mejor. Ella es el orgullo de México, y si algún día me la encuentro, solo me gustaría darle las gracias por su ejemplo.”