Las redes arden: un ex trabajador de Astronomer Inc. asegura que Andy Byron y Kristin Cabot mantenían un romance secreto mucho antes del beso viral en la Kiss Cam de Coldplay. Entre reuniones privadas, viajes discretos y mensajes filtrados, la historia sacude a Silicon Valley y reabre el mayor escándalo corporativo del año.

Lo que parecía haber quedado como un simple momento viral —el beso entre Andy Byron y Kristin Cabot captado por la Kiss Cam durante un concierto de Coldplay— ha regresado con fuerza al centro de la conversación pública. Esta vez, el combustible del escándalo proviene de un testimonio anónimo: un ex empleado de Astronomer Inc., la compañía tecnológica liderada por Byron, ha filtrado supuestos detalles que, de ser ciertos, cambiarían por completo la narrativa.

El testimonio que enciende las alarmas

Según la fuente, que afirma haber trabajado en el área ejecutiva de Astronomer hasta hace apenas seis meses, la relación entre Byron y Kristin Cabot comenzó “mucho antes” de la noche del concierto.

—Lo que pasó en la Kiss Cam no fue un impulso del momento —asegura—. Era la confirmación pública de algo que todos en las oficinas más altas ya sabían.

El ex empleado sostiene que las primeras señales surgieron en reuniones conjuntas entre Astronomer Inc. y empresas vinculadas al conglomerado de Andrew Cabot, el aún esposo legal de Kristin.

Reuniones y viajes bajo el radar

Entre las acusaciones, el informante menciona supuestos viajes “de negocios” en los que Byron y Kristin coincidían en hoteles de lujo, siempre con itinerarios que incluían cenas privadas y horarios que “no correspondían a las agendas oficiales”.

—A veces regresaban juntos a las oficinas después de un fin de semana “de trabajo” —relata—. Los rumores eran imposibles de ignorar.

También menciona que varios asistentes ejecutivos habrían sido instruidos para coordinar salas de reunión “fuera del radar” y reservar vuelos discretos bajo nombres de terceros.

Mensajes filtrados

La parte más incendiaria del testimonio son los supuestos mensajes que, según el ex empleado, circularon entre un grupo reducido de directivos. En ellos, Byron y Kristin intercambiaban frases afectuosas y referencias a momentos compartidos que no podían justificarse como simples reuniones corporativas.

Si bien el informante no ha presentado aún pruebas públicas, afirma que está en posesión de capturas de pantalla que podrían “respaldar cada palabra”.

La Kiss Cam como catalizador

La noche del concierto de Coldplay, la Kiss Cam enfocó a Byron y Kristin en primera fila. Lo que siguió —un beso captado en alta definición y proyectado a todo el estadio— encendió las redes sociales y generó especulaciones inmediatas sobre el estado civil de ambos.

Según el ex empleado, esa no fue una casualidad.
—Él sabía que estaba en un lugar visible, y no pareció importarle. Era como si quisiera dejar de ocultarlo.

Reacciones en cadena

Tras la filtración, ni Andy Byron ni Kristin Cabot han emitido declaraciones oficiales. Andrew Cabot, por su parte, ha mantenido el silencio mediático, aunque su equipo legal ha sido visto entrando y saliendo de su firma habitual en San Francisco.

En Silicon Valley, el tema ha dividido opiniones. Algunos ven la historia como un asunto privado que no debería afectar el desempeño corporativo de Astronomer Inc.; otros, en cambio, creen que podría abrir la puerta a conflictos de interés y consecuencias legales.

Astronomer Inc. responde

En un breve comunicado, la compañía declaró:

“Astronomer Inc. no comenta sobre la vida personal de sus empleados o ejecutivos. Nos mantenemos enfocados en nuestra misión y en servir a nuestros clientes”.

Sin embargo, la falta de una negación explícita ha alimentado aún más las especulaciones.

Impacto en la imagen pública

Analistas de relaciones públicas señalan que este tipo de escándalos pueden erosionar la reputación de un CEO, especialmente en un sector donde la transparencia y la ética son valores clave para inversores y clientes.

—En la era de las redes, la percepción importa tanto como los resultados financieros —explicó una consultora de imagen—. Si la historia sigue creciendo, podría distraer al liderazgo de sus objetivos estratégicos.

El futuro del caso

Por ahora, el ex empleado no ha revelado su identidad, pero asegura que está dispuesto a hacerlo si las partes involucradas niegan categóricamente sus afirmaciones. Mientras tanto, medios de tecnología y entretenimiento ya investigan para verificar la veracidad de las supuestas pruebas.

Lo único seguro es que la combinación de Silicon Valley, multimillonarios y un romance expuesto en una Kiss Cam seguirá dando de qué hablar… y que, si las acusaciones se confirman, el concierto de Coldplay será recordado como mucho más que una noche de música.