“Impactante: José Manuel, hijo de Lucero y Mijares, confiesa cómo ha sido su vida lejos de los reflectores. Entre la discreción familiar y su propio camino, el joven habla de lo que nadie sabía”

Durante años, el público ha seguido con atención las carreras de Lucero y Manuel Mijares, dos de las voces más queridas de la música en español. Su matrimonio, su posterior separación y la relación cordial que mantuvieron después siempre fueron temas de interés. Sin embargo, en medio de la fama de ambos, su hijo José Manuel ha crecido en un silencio casi absoluto, alejado de los reflectores y de las portadas de revistas.

Ahora, por primera vez, el joven ha decidido hablar y contar su versión de lo que significa ser hijo de dos leyendas… y vivir a la sombra de su fama.

“No estoy perdido, solo vivo mi vida”
Con voz serena pero firme, José Manuel aclaró que nunca se ha sentido olvidado por sus padres, aunque admite que el público lo ve así. “Mis papás siempre han estado ahí para mí. El hecho de que no aparezca en las cámaras no significa que no exista o que esté distanciado”, dijo.

El joven explicó que desde pequeño su familia decidió mantenerlo fuera del escrutinio público para proteger su privacidad y darle una infancia lo más normal posible. “Fue una decisión conjunta. No querían que creciera sintiendo que mi valor dependía de la fama”, comentó.

Vivir entre dos mundos
José Manuel reconoce que crecer como hijo de Lucero y Mijares tiene ventajas y retos. Por un lado, tuvo acceso a experiencias únicas, como asistir a conciertos, conocer a artistas famosos y viajar por el mundo. Por otro, enfrentó la presión de las comparaciones y las expectativas de que siguiera los pasos de sus padres.

“Mucha gente asume que voy a cantar o que tengo que ser artista. La verdad es que me encanta la música, pero mi camino no tiene que ser una copia del de ellos”, afirmó.

El peso del anonimato voluntario
A diferencia de su hermana menor, Lucerito Mijares, quien ha mostrado un gran interés por la música y ya ha compartido escenario con sus padres, José Manuel ha optado por una vida más reservada. Estudia y se prepara en un ámbito completamente distinto al artístico, aunque no descarta algún día trabajar detrás de cámaras en la industria musical.

“Me gusta construir mi vida sin que todos opinen. Cuando estás en el ojo público, cualquier error se magnifica. Prefiero equivocarme en paz”, dijo con honestidad.

Relación con sus padres
El joven asegura que su relación con Lucero y Mijares es cercana y sólida. “Mis papás me han enseñado a valorar el esfuerzo, la disciplina y la humildad. No todo lo que ves en redes o en la televisión refleja lo que pasa en la vida real”, explicó.

Agradeció que, incluso después de su divorcio, sus padres mantuvieran un frente unido para apoyarlo a él y a su hermana. “Nunca nos pusieron en medio de sus problemas. Eso es algo que respeto mucho de ellos”.

Rompiendo el mito del “hijo olvidado”
José Manuel es consciente de que el apodo de “hijo olvidado” circula en redes sociales y medios desde hace años, pero asegura que no le molesta. “Es solo una etiqueta creada por gente que no me conoce. Si supieran cuánto tiempo paso con mi familia, entenderían que no es así”.

El joven también quiso dejar claro que su ausencia de los escenarios no es por falta de talento o interés, sino por elección personal. “No necesito validación pública para sentirme realizado”, puntualizó.

Planes a futuro
Aunque no reveló detalles concretos, José Manuel insinuó que trabaja en proyectos propios que algún día podrían ver la luz. “No me cierro a nada, pero por ahora quiero terminar lo que estoy construyendo fuera de la música. Tal vez en el futuro encuentre la manera de unir ambas pasiones”.

Conclusión: un joven con identidad propia
A sus veintitantos años, José Manuel Mijares Hogaza ha dejado claro que no vive a la sombra de nadie. Aunque para el público pueda ser “el hijo olvidado” de Lucero y Mijares, para él y su familia esa etiqueta no tiene sentido.

Con una vida lejos de los reflectores, pero llena de aprendizajes y afecto, José Manuel demuestra que se puede ser parte de una familia famosa y, al mismo tiempo, trazar un camino propio.

En sus propias palabras: “No soy un misterio, soy solo alguien que decidió vivir su vida a su manera”.