😢 “Ya puedo descansar en paz”: las últimas palabras de Paulina Tamayo antes de morir conmovieron a su familia y a todo un país que aún la llora

El Ecuador entero aún llora la partida de Paulina Tamayo, la artista que durante décadas fue conocida como “La Grande del Ecuador”. Su voz marcó generaciones, su presencia llenó escenarios y su talento se convirtió en parte de la identidad musical del país.
Pero más allá de los aplausos y los homenajes, lo que más ha conmovido al público son sus últimas palabras, pronunciadas horas antes de fallecer, que reflejan la paz y el amor con los que se despidió del mundo.


🎶 Una vida dedicada a la música y al amor

Paulina Tamayo no solo fue una cantante extraordinaria, sino también una mujer fuerte, humilde y profundamente espiritual.
Desde sus primeros pasos en la música, su voz se convirtió en un símbolo de orgullo nacional. Interpretó pasillos, sanjuanitos y boleros con una pasión que trascendió fronteras, llevando siempre en alto el nombre del Ecuador.

Su esposo, Willie Tamayo, fue su compañero inseparable durante gran parte de su vida y carrera. Juntos formaron una dupla artística y humana que transmitía amor, respeto y complicidad.

“Paulina no solo cantaba, vivía cada canción. Lo hacía con el alma”, recordó su marido durante el velorio.


💔 Los días previos a su partida

Durante sus últimos días, Paulina enfrentaba problemas de salud que la mantenían alejada de los escenarios.
Sin embargo, quienes la rodeaban aseguran que nunca perdió la serenidad ni la fe. Sabía que su tiempo en la Tierra estaba llegando a su fin, y lo aceptó con una calma que dejó a todos asombrados.

En los días previos a su partida, se despidió de sus seres queridos con ternura, agradeciendo por el amor que siempre recibió de su familia y de su público.

“He cantado todo lo que quería cantar. Mi alma está tranquila”, le dijo a uno de sus sobrinos, en lo que sería una de sus últimas conversaciones.


🌷 Su última noche

La noche anterior a su fallecimiento, Paulina pidió algo muy especial: escuchar su canción favorita, una de las primeras que la hizo famosa cuando era joven.
Su esposo Willie estuvo a su lado, sosteniéndole la mano mientras sonaban los acordes de “El alma en los labios”.

Entre susurros, la cantante —ya débil pero consciente— miró a su esposo y pronunció las palabras que hoy Ecuador entero recuerda con lágrimas:

“Ya puedo descansar en paz. Mi voz se queda con ustedes.”

Fueron sus últimas palabras, dichas con la serenidad de quien sabe que deja un legado eterno.
Minutos después, cerró los ojos mientras su música seguía sonando suavemente en la habitación.


🕊️ Un adiós lleno de amor y música

La noticia de su muerte conmocionó al país. Desde las primeras horas, colegas, fanáticos y medios de comunicación comenzaron a rendirle tributo.
En su funeral, no hubo silencio: hubo canto. Sus amigos músicos decidieron cumplir su último deseo: despedirla con alegría y no con llanto.

“Ella nos pidió que no la lloráramos, que la recordáramos con música y amor”, dijo Willie frente al féretro, visiblemente conmovido.

Los asistentes entonaron algunos de sus temas más emblemáticos, convirtiendo el funeral en un homenaje nacional.


🎤 Su legado: una voz que nunca se apaga

Paulina Tamayo fue más que una cantante: fue un símbolo de identidad ecuatoriana.
Su voz representó a un pueblo entero, su humildad inspiró a generaciones y su historia demostró que el arte puede trascender la vida misma.

Hoy, sus canciones siguen sonando en radios, en plazas, en hogares y en el corazón de todos los que crecieron con su música.

“Paulina no se fue, solo cambió de escenario”, escribió un fanático en redes sociales.


💫 “Mi voz se queda con ustedes”

Esa frase —sus últimas palabras— resume toda su esencia.
Paulina Tamayo se despidió con gratitud, dejando una enseñanza que va más allá de la música:
vivir con amor, agradecer siempre y partir en paz.

Su voz sigue viva, su legado sigue fuerte, y su historia permanecerá como un recordatorio de que los verdaderos artistas nunca mueren, solo dejan de verse.