“Hoy solo existe el recuerdo y el dolor”, confiesa Leticia Perdigón, quien a sus 70 años se muestra cansada, vulnerable y—según ella—olvidada. La diva de los 70s describe cómo la fama se desvaneció y con ella muchas risas, abrazos y oportunidades.
Cuna de estrellas, promesa eterna… y final trágico. Así parece describirse la historia de Leticia Perdigón, la actriz que en los años 70 brilló con una sensualidad inalcanzable y un talento dramático único. Hoy tiene 70 años, y sus palabras revelan un presente opacado por el abandono, el silencio y el llanto contenido.
Un ícono que trascendió la pantalla
Nacida el 7 de agosto de 1956 en Ciudad de México, Leticia alcanzó la fama desde joven. Su debut en la pantalla con Mi Rival (1973) y su rol en el cine de “ficheras” como Bellas de Noche la catapultaron como símbolo sexual y estrella de telenovela. Su trayectoria incluyó títulos emblemáticos como Rebelde, Hasta que el dinero nos separe, Mentir para vivir o Papás por conveniencia Instagram+15Wikipedia+15Facebook+15.
Pero detrás de la cámara, su brillo fue mermando. Y esas cicatrices ahora asoman en una voz que se confiesa hastiada, vulnerable… triste.
Brillo desvanecido – el presente oculto
Horas atrás, en una entrevista íntima, Leticia rompió su silencio:
“Allí donde había luces, hoy hay sombras. Ya no viene nadie a visitarme. Me siento olvidada, como una página arrancada del libro”, confesó con voz quebrada.
Palabras que retratan un abandono profundo. Quien alguna vez encendió pantallas con su presencia, hoy se refugia en una casa silenciosa, donde el eco parece el único visitante.
El carrusel de pérdidas
El éxodo de roles protagonistas, la juventud que se fue, las amistades que se distanciaron. Todo compone un carrusel de pérdidas que Leticia ha tenido que encarar a solas.
“No me cansé de trabajar; fuimos desplazados por rostros nuevos otros llamados ‘más vendibles’”, lamenta, con amargura.
Mientras sus contemporáneas han envejecido rodeadas de afectos, Leticia expresa que en su entorno solo hay soledad y recuerdos.
La familia todavía la recuerda… en redes
Algunos fans intentan rescatarla. Fotografías antiguas circulan en redes sociales: su juventud, su encanto, su presencia magnética Excélsior. Pero su boca dice que eso no basta para llenar la casa, ni el alma.
Un reclamo para el medio que la olvidó
Leticia tiene algo claro: no busca lástima. Su confesión va dirigida al show business que la puso en la cima y luego la olvidó.
“Si mi nombre ya no vende, al menos regálenme el consuelo de decir que aún estoy aquí”, repite, como una súplica silenciosa.
La última escena no escrita
Este no es todavía el final. Leticia sabe que no regresará a su antiguo esplendor, pero sueña con un cierre digno. Un homenaje, una aparición especial, un instante de reconocimiento en público.
“No necesito un papel estelar, solo un aplauso”, dice.
Epílogo
A sus 70 años, Leticia Perdigón no desea volver a brillar, solo que no la apaguen. Quiere que su historia—la suya—no se pierda en el olvido. Porque, como ella misma grita con el corazón herido:
“No soy historia pasada, aún tengo algo que contar, algo que dar.”
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