Yuri acusa robo de su canción más famosa y enciende la polémica

El mundo de la música latina amaneció sacudido por una declaración que nadie esperaba. Yuri, la icónica cantante mexicana con más de cuatro décadas de trayectoria, rompió el silencio y lanzó una acusación directa que ha puesto a temblar a productores, compositores y colegas de la industria.

En una entrevista transmitida en vivo por un canal de espectáculos, Yuri no se anduvo con rodeos:

—Durante años guardé silencio, pero ya no puedo más. Una de mis canciones más emblemáticas… me la robaron.

La presentadora quedó atónita. El público, conectado por streaming, comenzó a inundar el chat con preguntas y teorías. ¿De qué canción hablaba? ¿Quién se la había robado?

Yuri respiró hondo, como quien se prepara para abrir una herida vieja:

—En los noventa, grabé un tema que se convirtió en un éxito rotundo. Lo canté en conciertos, lo llevé a premiaciones y hasta se convirtió en un símbolo para mis fans. Pero la verdad es que esa canción no me la entregó el compositor que figuraba en los créditos… sino otro artista, que me pidió mantener su nombre en secreto.

La revelación ya era lo suficientemente fuerte, pero Yuri fue más allá. Explicó que, tras el lanzamiento, el supuesto autor original nunca recibió regalías. En cambio, otra persona —un reconocido compositor de la época— se adjudicó la obra y comenzó a recibir todos los beneficios.

—Yo era joven, confiaba en mi equipo. Cuando me enteré de la verdad, ya el tema era un fenómeno y me dijeron que si hablaba, arruinaría mi carrera —aseguró con voz firme.

Durante años, según su relato, la cantante cargó con la culpa de saber que había alguien, en las sombras, que nunca fue reconocido.

—Cada vez que interpretaba esa canción, pensaba en él… y en cómo le habían robado no solo su trabajo, sino también su sueño —añadió.

La presentadora intentó sacarle el nombre del verdadero autor, pero Yuri se negó:

—No puedo decirlo aún, porque esa persona me pidió que no lo expusiera. Pero sí puedo decir que la historia va a salir a la luz muy pronto.

Las redes sociales explotaron. En Twitter, el hashtag #YuriRompeElSilencio se convirtió en tendencia mundial en cuestión de minutos. Algunos fans comenzaron a revisar el catálogo de la artista, intentando adivinar cuál de sus canciones icónicas tenía un origen tan polémico. Otros recordaron viejas entrevistas y rumores que ahora parecían encajar perfectamente.

La polémica creció cuando varios periodistas de espectáculos afirmaron que conocían el nombre del verdadero compositor, pero que no podían publicarlo por riesgo legal. Esto no hizo más que alimentar el misterio.

Mientras tanto, productores y exmiembros del equipo de Yuri comenzaron a dar declaraciones contradictorias. Uno de ellos aseguró que “todo se hizo de forma legal”, mientras que otro afirmó que “hubo irregularidades desde el principio”.

La historia tomó un giro aún más dramático cuando un músico veterano publicó en Facebook que él sabía quién era el autor legítimo y que estaba dispuesto a testificar… si recibía la protección necesaria.

En medio del revuelo, Yuri publicó un mensaje en Instagram:

“No busco venganza, busco justicia. La música es un arte que merece respeto, y cada creador tiene derecho a su reconocimiento. Mi silencio se acabó”.

El post superó el millón de likes en menos de 24 horas. Famosos como Alejandra Guzmán, Lupita D’Alessio y Cristian Castro dejaron comentarios de apoyo, mientras que otros optaron por el silencio, quizá por temor a verse involucrados.

La confesión también abrió un debate más amplio sobre los derechos de autor en la música latina. Abogados especializados recordaron que en los años noventa era común que compositores vendieran sus canciones sin contratos claros, quedando vulnerables a abusos.

Pero en el caso de Yuri, lo que más ha sorprendido es que el tema en cuestión no es una canción cualquiera: es una de esas melodías que han marcado generaciones, interpretada en bodas, fiestas y programas de televisión durante décadas.

Un reconocido crítico musical escribió en su columna:

“Si lo que dice Yuri es cierto, no estamos ante un simple malentendido legal, sino frente a uno de los mayores fraudes artísticos de la música latina”.

Mientras tanto, los fans siguen especulando. Algunos creen que la cantante revelará todo en un documental que, según rumores, ya estaría en producción para una conocida plataforma de streaming. Otros piensan que podría ser la base de un libro autobiográfico que está escribiendo.

En cualquier caso, la expectativa es enorme. Cada aparición pública de Yuri en estos días es seguida por periodistas que esperan que, en cualquier momento, pronuncie el nombre que todos quieren escuchar.

En su última declaración, la artista dejó claro que este es solo el comienzo:

—El robo ya ocurrió, pero la historia no ha terminado. Quiero que sirva de lección para todos los jóvenes artistas: nunca firmen algo sin leerlo, y nunca permitan que les arrebaten lo que es suyo.

El eco de sus palabras sigue resonando. Lo que parecía ser una carrera impecable ahora está teñido por el misterio y la intriga de un secreto guardado por más de 30 años.

Y aunque la verdad completa aún no ha salido a la luz, una cosa es segura: el día que Yuri pronuncie ese nombre, el mundo de la música no volverá a ser el mismo.