Manuel Mijares sorprende al confesar dónde celebró su boda en secreto: detalles del sitio escondido, reglas insólitas y la razón profundamente emotiva por la cual mantuvo oculta la ubicación durante tanto tiempo.
Durante décadas, Manuel Mijares ha sido considerado una de las voces más queridas de la música en español. Su trayectoria, sólida, equilibrada y admirada, siempre contrastó con la discreción que mantuvo respecto a su vida privada.
Por eso, cuando a los 67 años decidió revelar finalmente dónde se casó en absoluto secreto, miles de personas se quedaron sin aliento.
La confesión surgió en una entrevista aparentemente tranquila, de esas en las que Mijares suele hablar de música, recuerdos y experiencias de vida.
Pero esta vez, había algo distinto en su mirada: una mezcla de nostalgia, satisfacción y un dejo de misterio que no había mostrado en años.
Y entonces lo dijo:
“Creo que ya es momento de contar dónde fue… y por qué lo mantuvimos oculto tanto tiempo.”
Esa frase fue suficiente para que el ambiente en el estudio cambiara, para que los presentadores se enderezaran en sus asientos y para que miles de personas comenzaran a comentar en redes antes de que él siquiera terminara la frase.

La boda que nadie vio venir: un enlace planeado en silencio absoluto
Según relató Mijares, la boda no fue improvisada, sino meticulosamente planificada.
No obstante, los preparativos se llevaron a cabo bajo un protocolo que sorprendió incluso a sus amigos más cercanos: nadie sabría la ubicación exacta hasta que llegara el día.
Hubo reglas estrictas:
Prohibido llevar teléfonos.
Prohibido revelar direcciones.
Prohibido hablar con terceros sobre la fecha y la hora.
Prohibido publicar imágenes del lugar.
Ni siquiera su círculo más íntimo entendía por qué Mijares insistía en esa rigurosa discreción.
Algunos pensaban que era una estrategia para evitar el ruido mediático.
Otros creían que se trataba de una especie de ritual personal.
Pero la verdadera razón sería revelada mucho después.
El lugar elegido: un sitio que parecía sacado de un recuerdo perdido
Mijares relató que eligió un lugar profundamente simbólico: una antigua hacienda escondida entre montañas, un sitio rodeado de árboles centenarios, caminos de piedra y un silencio que parecía protegerlo de todo.
No era un hotel de lujo.
No era una iglesia famosa.
No era un sitio turístico.
Era un lugar que él mismo había descubierto décadas atrás durante una grabación.
Un rincón casi secreto donde, según confesó, vivió uno de los momentos más importantes de su juventud.
Al describirlo, sus palabras despertaron una curiosidad enorme:
“Ese lugar fue testigo de algo que me marcó. Sabía que, si algún día me casaba de nuevo, tenía que ser ahí.”
Sin revelar la ubicación exacta, explicó que la hacienda había sido restaurada por una familia que dedicó su vida a conservarla.
Los jardines estaban llenos de flores silvestres, y había un rincón específico —una capilla muy pequeña, casi escondida entre un muro de enredaderas— que él siempre sintió como un refugio espiritual.
La razón emocional: un recuerdo que regresó justo antes de la boda
El misterio alrededor de la boda no tenía que ver con secretismo mediático, sino con algo completamente distinto: un recuerdo personal que él había guardado por más de treinta años.
Mijares contó que había visitado la hacienda en un momento turbulento de su vida, cuando buscaba claridad entre su carrera, sus decisiones y su destino personal.
Esa vez, encontró a un hombre mayor que vivía en la propiedad, un guardián de historias que le compartió una frase que él nunca olvidó:
“El lugar donde decidas unir tu vida a alguien debe ser un sitio que te recuerde quién eres, no quién esperan que seas.”
Años después, cuando surgió la posibilidad de casarse nuevamente, esa frase regresó como un eco persistente.
Ese recuerdo fue el verdadero motivo por el que eligió ese sitio.
Pero también había un motivo emocional aún más profundo:
El guardián de la hacienda —aquel hombre que le había dado el consejo— había fallecido tiempo atrás.
Y Mijares sintió que casarse en ese lugar sería una forma de honrar la sabiduría que lo ayudó a encontrar claridad muchos años atrás.
Las estrictas reglas: proteger un lugar que no quería que se volviera atractivo para curiosos
Mijares sabía que, si revelaba la ubicación antes de tiempo, aquella hacienda corría el riesgo de convertirse en punto turístico o en escenario de eventos masivos.
Y eso era lo último que quería.
Quería proteger la esencia del lugar.
Quería preservar su intimidad.
Y quería que su boda fuera un momento que no pudiera ser invadido por cámaras o drones.
Explicó que incluso el equipo encargado de la organización solo conocía la ruta exacta el mismo día de la ceremonia.
Los invitados abordaron vehículos que tenían las ventanas polarizadas y no supieron adónde se dirigían hasta cruzar un largo camino rodeado de árboles.
La boda se celebró a la luz del atardecer, con música suave, una ceremonia breve y un círculo reducido de personas que entendieron el privilegio de estar allí.
Lo que ocurrió después de la boda: un secreto que se mantuvo vivo por años
Aunque se filtraron rumores, nadie logró descubrir el lugar exacto.
Los invitados respetaron la petición de silencio, en parte porque la experiencia fue tan íntima y simbólica que comprendieron la importancia de mantenerla en secreto.
Durante la entrevista, Mijares reveló que algunas personas aún conservan pequeñas piedras del camino, flores secas del jardín o fotografías tomadas discretamente antes de entregar sus teléfonos.
Pero nunca publicaron nada.
Él lo describió como uno de los actos de lealtad más grandes que ha recibido.
Por qué decidió contarlo ahora: una razón que sorprendió al público
La parte más inesperada vino al final cuando explicó por qué, después de tantos años, decidió revelar el secreto.
Al principio parecía una decisión espontánea, motivada por la nostalgia.
Pero luego dijo algo que dejó a todos sin palabras:
“Hay momentos en la vida en los que uno siente que es hora de liberar ciertas historias para que otras puedan nacer.”
Según él, contar esto no era solo cerrar un ciclo.
Era también abrir un camino para nuevos proyectos personales, familiares y artísticos que lo llenan de ilusión.
Y añadió:
“Ese lugar ya cumplió su propósito conmigo. Ahora puedo compartirlo… sin que pierda su magia.”
Un final lleno de misterio: la ubicación sigue oculta
Aunque reveló la existencia de la hacienda, las montañas, la capilla y el significado emocional del sitio, Mijares decidió no mencionar el nombre exacto ni la locación precisa.
Dijo que no era necesario.
Que lo verdaderamente importante ya estaba dicho.
El público quedó fascinado:
¿Dónde está la hacienda?
¿Cómo era exactamente la ceremonia?
¿Quiénes fueron los pocos invitados?
¿Qué nuevas historias quiere comenzar ahora?
Las preguntas siguen creciendo.
Y el misterio también.
Lo único seguro es que Mijares, con su voz y ahora con su relato, ha demostrado que algunas verdades llegan justo cuando el corazón está preparado para escucharlas.
News
“Me Gritaron ‘¡Lárgate y No Vuelvas Jamás!’—Y Cuando Regresé Semanas Después, Mi Familia Ya No Era la Misma”
“Me Gritaron ‘¡Lárgate y No Vuelvas Jamás!’—Y Cuando Regresé Semanas Después, Mi Familia Ya No Era la Misma” La música…
Mamá me pidió saltarme Acción de Gracias porque mi cuñada decía que yo no encajaba… y la ciudad entera despertó con una noticia que llevaba mi nombre
Mamá me pidió saltarme Acción de Gracias porque mi cuñada decía que yo no encajaba… y la ciudad entera despertó…
Cuando mi hermana exigió “¡Quiero hablar con el dueño por tu presencia aquí!”… no imaginó que estaba firmando su peor error
Cuando mi hermana exigió “¡Quiero hablar con el dueño por tu presencia aquí!”… no imaginó que estaba firmando su peor…
Mi hermana publicó “Vacaciones familiares sin la aprovechada”… y olvidó que el verdadero dueño de la cadena de resorts iba sentado a nuestro lado
Mi hermana publicó “Vacaciones familiares sin la aprovechada”… y olvidó que el verdadero dueño de la cadena de resorts iba…
Cuando mi hermana me pidió que arreglara su portátil, no imaginé que detrás de la pantalla parpadeante venían los papeles de una fusión y un secreto que podía rompernos
Cuando mi hermana me pidió que arreglara su portátil, no imaginé que detrás de la pantalla parpadeante venían los papeles…
“Solo Donantes de Más de 50 Mil”—Dijo la Hermana… Hasta Que la Junta Descubrió Quién Era Dueño del Lugar y Se Les Heló la Sonrisa
“Solo Donantes de Más de 50 Mil”—Dijo la Hermana… Hasta Que la Junta Descubrió Quién Era Dueño del Lugar y…
End of content
No more pages to load






