🌟🎶 Las palabras finales de Javier Solís: los cinco nombres que marcaron su vida artística. Su legado y sus confesiones conmueven todavía al mundo del espectáculo.

El 19 de abril de 1966, México perdió a uno de sus ídolos más grandes: Javier Solís, el inolvidable “Rey del Bolero Ranchero”. Con tan solo 34 años, su partida dejó un vacío imposible de llenar en la música. Sin embargo, poco antes de morir, el cantante dejó escapar una confesión íntima que aún resuena entre sus seguidores: los cinco artistas que más admiró en vida.

1. Pedro Infante

El primero en su lista fue Pedro Infante, figura indiscutible de la Época de Oro del cine mexicano. Solís lo consideraba un ejemplo de entrega total al escenario y a su público. “Pedro tenía un corazón enorme, y eso se notaba en cada canción”, habría dicho en más de una ocasión.

2. Jorge Negrete

El “Charro Cantor” fue otro de sus referentes. De Negrete admiraba la disciplina, la voz potente y la elegancia con la que se presentaba en el escenario. “Era un caballero, y llevó la música mexicana a rincones del mundo donde nunca se había escuchado”, afirmó Solís.

3. José Alfredo Jiménez

La lista no podía estar completa sin José Alfredo Jiménez, el compositor que puso letras inmortales al sentimiento del pueblo mexicano. Javier Solís no solo interpretó varias de sus canciones, sino que las convirtió en clásicos. “José Alfredo tenía la magia de escribir lo que todos sentíamos”, comentó.

4. Agustín Lara

Del maestro Agustín Lara, Solís admiraba la sensibilidad y la capacidad para fusionar la poesía con la música. Canciones como Granada o Solamente una vez eran, para él, ejemplos del nivel al que podía llegar la música mexicana.

5. María Grever

Finalmente, Javier Solís destacó a María Grever, la compositora mexicana que triunfó en Estados Unidos y dejó un legado imborrable con temas como Júrame. Para Solís, ella representaba la fuerza de la mujer en la música, en una época donde pocas podían abrirse camino.

El eco de su confesión

Con esta lista, Javier Solís no solo rindió homenaje a quienes lo inspiraron, sino que también dejó claro que su grandeza se construyó sobre la admiración y el respeto hacia los demás. Su voz, que fusionó el bolero y la ranchera como nadie, sigue viva en el corazón de millones, pero sus palabras nos recuerdan que hasta los ídolos tienen ídolos.

Conclusión

Antes de partir, el “Rey del Bolero Ranchero” nos entregó un último regalo: su reconocimiento a quienes marcaron su camino artístico. Pedro Infante, Jorge Negrete, José Alfredo Jiménez, Agustín Lara y María Grever forman parte de la memoria colectiva de México, y gracias a Javier Solís, su legado se entrelaza aún más con el nuestro.